¿NOS BESAMOS?
Ella cogió su sombrero negro y echó a correr en contra del viento, en contra de reglas que consideraba absurdas, huyendo de una cruda realidad que solo ella entendía. Lo que no esperaba aquella joven es que él la siguiese en esa carrera a un callejón sin salida.
-¿Y ahora qué hacemos? - preguntó El Miedo, apoyando su frente en el flequillo rubio de la joven de los labios rojos.
-¿Nos besamos?
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